Los cafés en verano
El café escocés y el café irlandés son solo algunos de los tipos de cafés que podemos tomar en los bares, en donde los camareros saben preparar una cantidad de especialidades casi infinita. A veces, las diferencias entre las distintas clases de café son muy sutiles, de modo que vamos a ver cómo podemos distinguir estos dos tipos que son familia, casi hermanos.
Los más cafeteros sufren un poco con las altas temperaturas. Puede apetecerte un café en tu casa este verano, pero lo que no quieres es tomarlo demasiado caliente, tanto que te haga sudar. En Cafés Gomero conocemos este problema, de forma que recomendamos a los clientes diversas maneras de poder tomar un buen café en verano, pero siempre teniendo en cuenta las temperaturas.
Así, y partiendo de los cafés origen en España, podemos tomarlo con hielo, una manera ya tradicional de servir esta bebida en las viviendas y en los bares.
Solo hay que hacer el café como siempre, poner unos hielos en un vaso y verter el contenido de la taza en él. A ello ayuda que la boca del vaso sea ancha, puesto que así es más fácil que el café no termine encima de la mesa o de la barra.
Si no queremos que el café se nos diluya con los hielos, otra manera de tomarlo es fresco, de la nevera. Solo hay que buscar una botella de cristal, hacer la cantidad de café deseada y meterlo en el recipiente. Una vez que el café se atempera va a la nevera o al congelador, si lo queremos muy frío y lo vamos a tomar pronto.
Por supuesto, también nos queda la opción del café irlandés o el escocés, unas preparaciones para el verano con un sabor fuera de lo habitual y al que, seguramente, no estemos acostumbrados.
¿Qué es un café escocés y cómo prepararlo?
Preparar un café escocés con Gometero es muy sencillo, ya que si queremos nos podemos ceñir a la receta tradicional o hacerlo como se suele servir ahora.
El café escocés original era una mezcla de café con whisky. En Escocia, lo siguen preparando así, y parece que su origen viene del frío escocés, para el cual los lugareños necesitaban algo con lo que calentar el cuerpo. Fuera de Escocia se le pone helado de vainilla. Eso le da un sabor muy especial que va muy bien con el whisky, y al helado se le agregan frutos secos o trozos de galletas.
Para prepararlo, se coge una copa grande, a la que se añade un café fuerte, un doble expreso. Luego se suma el whisky en la cantidad deseada, se pone azúcar con cuidado para que no sea muy dulce, el helado de vainilla y los frutos secos o la galleta.
Algunos bares cambian el helado de vainilla por nata montada (aunque lo venden como escocés, en realidad sería un irlandés), lo que puede variar en función de la época del año en la que nos encontremos, ya que en pleno invierno quizá es mejor la nata, mientras que cuando el calor aprieta el helado le va bien.
¿Cómo preparar un café irlandés?
Con la llegada del verano, también podemos preparar un café irlandés con Gometero, que es muy parecido al anterior. De nuevo, la receta tiene poca dificultad y para ello cogemos una taza grande. Hay cierta polémica sobre qué es mejor, pero una taza de buen tamaño es más cómoda y nos facilita disfrutar del café.
Como en el caso anterior, ponemos café expreso, uno que sea muy fuerte y después el whisky irlandés, además de un poco de azúcar. Los especialistas discuten sobre qué va primero, pero eso a nosotros nos debe dar igual, aunque podemos hacer pruebas para ver si el sabor cambia.
Sobre las proporciones de café y whisky, lo normal es poner la mitad de alcohol que de café, aunque esto puede variar y añadir más o menos según nuestros gustos.
El paso final es donde está la diferencia entre el café escocés y el irlandés, ya que en el caso del irlandés jamás se pone helado, puesto que se finaliza con una capa de nata de unos dos centímetros, que en los mejores bares es casera.
En ocasiones, podemos ver que el café se flamea. Esto da espectáculo a la hora de prepararlo, pero sobre todo se hace para quemar el alcohol del whisky, rebajando un poco el contenido alcohólico del café, el cual puede ser elevado.
Por último, los más puristas dicen que el café irlandés solo se hace con whisky irlandés, mientras que se reservan el whisky escocés para el café de este país, aunque la verdad es que ambos cafés saben geniales con cualquier tipo de whisky que pongamos, pero hay que asegurarse que sea uno de buena calidad.